El toro de lidia, también denominado toro bravo, designa a los especímenes macho de una heterogénea población bovina desarrollada, seleccionada, y criada para su empleo en diferentes espectáculos taurinos, como las corridas o los encierros. Proceden de las razas autóctonas de la península ibérica, conocidas como «tronco ibérico», que desde tiempo inmemorial propiciaron las formas más primitivas de tauromaquia. Se caracteriza por unos instintos atávicos de defensa y temperamentales, que se sintetizan en la llamada «bravura», así como atributos físicos tales como unos cuernos grandes hacia delante y un potente aparato locomotor.

Al hablar de casta del toro bravo se está haciendo referencia al genotipo del animal, es decir «a la constitución orgánica, a la estructura y funcionalidad de cada toro, que comprende todos los factores hereditarios de sus ascendientes».​ De tal modo, hablar de castas supone hablar del origen morfológico y zootécnico del toro bravo, pudiendo distinguirse características diferencias que las hacen singulares.

Nuestro trabajo es meramente artesanal, dando a cada ganadería su respectiva anatomía, expresión y forma, y aplicándolas a cada uno de los ejemplares. De esta forma aseguramos que la personalidad y los rasgos que hacen único cada ejemplar sean respetados.